sábado, 9 de abril de 2011

la lluvia

La lluvia cae fuerte allá afuera y en el charco dejado por ella navegan perdidas sin rumbos las hojas que cayeron de los arboles, en un silencio desolador el mundo duerme envuelto en una bruma espesa y aterradora, son los últimos momentos de una canción tristona, que se desangra al compas perverso de tantos recuerdos dolorosos que hemos vivido, las alternativas se transforman en filudos escapes de ahogo para un niño que ha vuelto a ser hombre de un instante a otro.

La memoria falla, se altera en el paso del tiempo, y otra vez me pregunto que son los recuerdos, a donde va la ilusión de un bello rostro, en que queda transformada la sinfonía poco melodiosa de un amor a escondidas y loco, una voz tosca y ronca diciendo adiós a todo, se apagan las luces de la sala angustiosa en que fuimos tan felices todos nosotros, los jóvenes, las promesas de un futuro incierto bajo un cielo radiactivo y toxico, la primera vez que amanecimos hebrios, tu hermoso brazo sobre mi hombro, pedazos de un ser humano se desintegran ante la vista indiferente de un público sin sentimientos y sin excesos.

La parodia de una vida, haciendo un terrible collage con las peores escenas de nosotros, dos infames monstruos, un aroma a avellanas, en la conjunción de las palabras, te podría pedir que no me dejes solo esta noche, afuera está lloviendo y tengo miedo, reconozco que a veces aun soy un niño temeroso de la clandestinidad de la noche, en una ciudad inmensa para todo cuanto fuimos y seremos nosotros, el hongo gris, toxico, esparciendo sus tentáculos sobre un indefenso mundo, al borde de una destrucción, una gran masacre, que nos desbaste a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario